Esta fue la primera intervención del Museu Valencià d'Etnologia en un museo local. El ayuntamiento había conseguido reunir una importante colección etnográfica y consideró oportuno mostrarla a través de una exposición permanente. La muestra está ubicada en un edificio rehabilitado que tiene dos partes diferenciadas: la antigua casa del barbero y el lagar. La tarea del Museo consistió en la realización de montaje expositivo, la selección de los objetos y su agrupación temática, la instalación de vitrinas y tarimas y la elaboración de un soporte gráfico a base de dibujos, fotografías y textos. En el lagar se hizo un montaje especial para explicar la elaboración tradicional del vino, antiguamente muy extendida en la localidad.